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Máquina

La máquina se lleva dedos manos y brazos La sangre tiñe de rojo la máquina Un grito agudo interrumpe el crujir de los engranajes Alguien corre Alguien se levanta Alguien acompaña en el grito La máquina nunca perdona Está ahí al acecho como quien busca comida o cigarros Está ahí observando todo con sus ojos de serpiente con su hambre sádica con su olor a peces muertos

Remediar

No puedo nunca remediar no puedo nunca arreglar parchar coser enmendar corregir reparar nada

Nada importa demasiado

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Nada importa demasiado como no me importan los recuerdos las personas ni las plazas Nada importa más allá del hecho o de la ficción Imagino cada día que otra vez estamos en un árbol pero la materia de los sueños no es compatible con mi mirada ni tu ni yo estamos escondidos cada uno en su trinchera, sólo que nada importa como debería importarnos porque tenemos la boca seca y no queremos agua Ayer tú pedías un beso que indicara los signos de una semiología distinta de la que conocíamos, pero en tu universo de pájaros y ampolletas no caben las ilusiones oscuras no hay espacio ni nombre para mi desgracia Después de todo nada importa demasiado y todo esto es una gran mentira

Tejido

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¿Qué has tejido esta mañana? Hoy te vi sentada a la luz de la ventana, como un fantasma con los palillos de tu abuela y la lana que guardábamos en esa cajita azul ¿la recuerdas? Te vi tejer con calma Yo envidiaba esa calma que tenías a veces para decirme algunas cosas cuando me hablabas del tiempo y de los espacios me hacías soñar como un niño indefenso me hacías llorar hasta secarme Tú creías que el tiempo no avanzaba Yo creía que el tiempo eran círculos ¿te acuerdas de eso? Tú me hablabas de tejidos de hilos de chalecos rojos de gorritos que me tejerías para el invierno con tu nombre escrito en ellos, en letras muy grandes para que todos lo vieran porque decías que yo era tuyo y yo decía que tú eras mía ¿te acuerdas? A veces yo intento tomar los palillos y tejer mi propia ropa me hago chalecos y mantas bien gruesas para abrigarme pero nunca he sentido calor más falso que ese En serio, estos tejidos que hago son en realidad alfombras donde me siento cad

El amor nunca fue

El amor nunca fue, tampoco fuimos nosotros, o el deseo de hacer realidad los designios de la consciencia. Me senté a ver pasar los años sentado en el suelo, devorando cigarrillos baratos que compré sin fe ni sentido. Tuve tu rostro una tarde y luego sólo hundí las manos en ácido. Me hundí hasta el cuello en mi propia sepultura y como cada vez que intenté ver la raíz del amor me atrincheré en la desesperación porque nada más ha sido tanto como ello. El escuálido amor nunca fue, sólo nos mintieron al decirnos que sería y que nosotros seríamos también. Nunca fue la moción ni el decreto que firmamos juntos o la palabra dicha sobre piedra que no florece, que no germina, que ni siquiera puede nacer. Señores, amigos míos, el amor no fue ni será, aquí o en cualquier otro sitio pero pido un aplauso para el valiente que lo haya intentado. Nos vencieron muchas veces y nos volverán a vencer. Porque el amor nunca fue.

Cefalea tensional

¿Has oído esa explosión tan fuerte y tan cerca como yo la he oído? Y si escuchas también los engranajes Que se mueven aquí adentro Aquí arriba Y si sintieras el pálpito constante de La piel sobre la piel Y la piel encima del acero, El dolor que se huele desde esa otra orilla Donde me miras Donde te escondes. Porque estoy ahogado adentro De mí mismo. Mi cuerpo está lleno de murallas Mi cuerpo se hace pensamiento En cada instante. Comprendo la sed del lobo y la felicidad al lamer El cuchillo Así estoy frente a ti Bebiendo mi propia sangre Que chorrea desde mi cabeza, Desde esa corona de espinas Que yo mismo me he colocado. Te declaro abiertamente, Hoy; Yo soy el Mesías. Abandona todo fundamentalismo barato Del que hayas sido prisionera. ¿Quién dice que en la locura Habita la realidad del nuevo siglo? ¿Has oído esa aguda explosión Tan fuerte y tan cerca Como yo la he oído?

Cuerpo

Dejé mi cuerpo en un espacio parecido al paraíso, Entre letreros rojos que anunciaban un Cambio de espectáculo. Mi cuerpo siempre estuvo ensombrecido Por el insomnio Y sin más, logré arrullar con mis brazos Las noches en que acudías a mí con tu alma de niña. Poseías la poesía del silencio Y con ella tejías todas las sábanas del mundo Sobre mi cuerpo. Mi cuerpo era frágil y Aun más el tuyo, era como uno de esos días domingo Cuando se nublaban los alambres de mi cabeza. En la urgencia del desastre Ambos formamos un solo cuerpo Ambos nos sentamos desesperadamente en la cama Y contemplamos el rostro de al lado Con temor y locura Con la esperanza de superar fantasmas residentes en el hogar que nosotros amueblamos Con la prisa de los que comienzan La misma prisa con que habíamos desvestido los cuerpos Y el cuerpo de la virgen Y de los santos, y de Jesús, el maldito Mesías Y al mismo Dios le dimos un cuerpo a imagen y semejanza de nuestra vergüen

Abrir por fin las cortinas

Hablarte de esto, hablarte de aquello Decirte el mundo reunido en unas pocas palabras, decirte cuánto quiero, cuánto deseo Hundirme en un incontrolable desasosiego Pasar las horas jugando como dos niños Descubriendo y creando, nada más que eso Nada más que esto somos, y hablarte es ir dibujando futuros, decirte el mundo en unas pocas frases, abrir por fin las cortinas 

Arder

Arde la llama, arde el fuego    dentro de sí mismo en su vocación de existir, arde porque debe porque puede arde conmigo, infecta al hombre al hermano, al padre y a la madre, a los hijos todos arden, la casa, los muebles, las camas, las fotos el tren se va se pierde se van tus ojos se van tus manos tu pelo vuela y arde, yo ardo contigo se consume mi tiempo en el fuego, tengo contados los días llevo un reloj de muerte como uno de arena pero más corto mucho más compacto y ardo sabiendo cómo es después la vida de haber ardido, lo sé la madrugada me despierta siempre, me aterroriza la visión de los espejos las cicatrices también, se abren como mi cuerpo herido igual que tu cuerpo tus caminos surcos que descienden como ríos hasta tu fuente donde ardo contigo donde nacerá una idea de piel y de huesos, los cerros arden y yo con ellos / mujer tu noche /mi noche/ vuelvo a arder hoy, estoy acostumbrándome a estar dentro del horno carbonizado sediento ha