El amor nunca fue
El amor nunca fue, tampoco fuimos nosotros, o el deseo de hacer realidad los designios de la consciencia. Me senté a ver pasar los años sentado en el suelo, devorando cigarrillos baratos que compré sin fe ni sentido. Tuve tu rostro una tarde y luego sólo hundí las manos en ácido. Me hundí hasta el cuello en mi propia sepultura y como cada vez que intenté ver la raíz del amor me atrincheré en la desesperación porque nada más ha sido tanto como ello. El escuálido amor nunca fue, sólo nos mintieron al decirnos que sería y que nosotros seríamos también. Nunca fue la moción ni el decreto que firmamos juntos o la palabra dicha sobre piedra que no florece, que no germina, que ni siquiera puede nacer. Señores, amigos míos, el amor no fue ni será, aquí o en cualquier otro sitio pero pido un aplauso para el valiente que lo haya intentado. Nos vencieron muchas veces y nos volverán a vencer. Porque el amor nunca fue.