CRIATURA (Parte II; Los puertos espaciales)
Por dentro, la casa de Juan el terrible no se veía tan mal. Lo que más me llamó la atención fue no ver ningún sillón ni mesa ni nada parecido en ninguna parte, toda la sala estaba llena de colchones, y solo uno que otro mueble colgando en la pared por aquí y por allá, con libros y raros objetos. También había muchos cuadros en las paredes, y mapas de este y de otros mundos, algunos que pude reconocer y otros que jamás había visto en mi vida. *Siéntense donde quieran, dijo Juan el terrible El amigo Juárez se lanzó en piquero hacia uno de los colchones, como un niño que salta sobre su cama. *Ah, Juan el terrible, dijo. Tu casa es demasiado helada, podrías tener una estufa. *La tengo, amigo Juárez, dijo Juan el terrible. *¿Y dónde está? *Está mala, amigo Juárez. Emilio Rojas y el gordo Jara se sentaron junto al amigo Juárez. Juan el terrible se dejó caer de espaldas sobre el colchón que tenía detrás, y me invitó a imitarlo. *Vamos, Juan el horrible, déjate caer