Detenerme


Puedo detenerme aquí, en esta calle y volver
y puedo no detenerme nunca.
Todo depende de lo que quieras tú en este preciso instante…
Pero basta de mierdas!
Sólo quiero decir que los hombros se me han esparcido sobre los ojos.
Yo estoy gobernando la expresión de mi lejanía
la expresión de tu terror, la forma de nuestra forma
sobre la única cama que nos acoge.

Mis padres llegan de misa sobre sus esperanzas…
-hay que acabar con la esperanza
y darle paso a la bestia-
ella está lejos y yo estoy cansando,
tan casando como para detenerme y volver
o volver sin caer en esto que parece una comedia espantosa.

Puedo detenerme al borde de las estaciones
en donde no me estés esperando nunca,
oír pájaros esquizofrénicos y creer que de verdad me hablan a mí
conversar con fantasmas que no han muerto aún
pero que siguen escondidos en sus tumbas…
y puedo detenerme para que tú también te detengas
y juntos lancemos el fuego
que nos libere de nuestra maldita suerte,
de nuestra inmensa rabia
que la que nacían y siguen naciendo aún las calles.

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